Como sabéis, reutilizar es volver a utilizar algo, bien con la función que desempeñaba antes o con otros fines. Cuando la vida de nuestros aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) llega a su fin, se convierten en residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y deben ser gestionados de manera correcta para que sigan proporcionando beneficios a la vida y al medio ambiente, suprimiendo así los efectos negativos que puede conllevar una mala gestión. Un correcto tratamiento de los RAEE evita el daño medioambiental que se produce en la extracción de estos materiales necesarios para la producción de nuevos productos.
No obstante, es importante conocer que antes del proceso de reciclaje de un aparato, este puede pasar por otras etapas que contribuyan a la economía circular, estamos hablando de AEE usados.
Los AEE (aparatos eléctricos y electrónicos) usados son aquellos que, según expone el Real Decreto 110/2015 sobre RAEE, pese a haber sido utilizados no han adquirido la condición de residuo ya que su poseedor no los desecha o no tiene la intención u obligación de desecharlos, y tiene la intención de que se les dé un uso posterior, en relación con el concepto de reutilización.
Para llevar a cabo la reutilización de este tipo de aparatos antes de destinarlo al reciclaje tienes algunas opciones, como es la entrega a entidades sociales sin ánimo de lucro o a los comercios de segunda mano, siempre que se lleve a cabo la aplicación de la normativa específica de comercio y protección de los consumidores.
¡Apuesta por la reutilización y dale una segunda vida a tus AEE usados!